Integración
América Latina es una región particularmente interesante para el estudio de la integración migratoria porque confluyen diferentes tipos de países: algunos como Argentina y Chile con experiencias previas importantes de recepción de migrantes y otros como Perú, Colombia o Ecuador, los cuales no contaban esta experiencia reciente y que se convirtieron súbitamente en los principales destinos del éxodo venezolano, el mayor desplazamiento forzado de la actualidad. Asimismo, la región experimenta diferentes flujos migratorios con perfiles sociodemográficos diversos. Al desplazamiento de Venezuela se le suman, entre otros, la migración haitiana, la migración europea y la migración africana, un flujo extracontinental que ha aumentado significativamente en la última década. Al mismo tiempo, existen organismos de integración regional como la Comunidad Andina y el Mercosur que facilitan la movilidad humana entre algunos países latinoamericanos. Estos y otros hechos convierten a América Latina en un espacio fructífero para el estudio de las políticas de integración y sus determinantes (o las razones de la ausencia de las mismas), el reconocimiento de las buenas prácticas, el estudio de por qué la integración se da mejor en uno u otro país, los efectos de los pactos regionales, la investigación de las políticas de integración desde una perspectiva interseccional, entre otros.
América Latina y el Caribe tiene una considerable inmigración irregular. Se estima que, a mayo del 2023, entre el 25% y el 50% de los desplazados venezolanos en la región se encontraban en situación irregular. Esto contrasta con la situación en la Unión Europea, donde se estimaba para el 2017 que entre un 12% y 20% de los migrantes eran irregulares. Asimismo, las economías de muchos países de la región son altamente informales. Es por ello que se hace necesario el estudio del impacto que tienen los programas de regularización (masivos o destinados a poblaciones específicas) para la integración económica en contextos de elevada informalidad laboral y si estas iniciativas repercuten en el bienestar objetivo y subjetivo de las poblaciones afectadas.
A nivel regional, existen brechas importantes de acceso y calidad respecto de servicios básicos como salud, educación, vivienda, entre otros. Al confluir diferentes flujos migratorios en América Latina, se hace necesario el estudio del acceso a los servicios básicos por parte de las personas en situación de movilidad. La Cátedra IDRC de Investigación en Migraciones y Desplazamientos Forzados está particularmente interesada en el análisis de cómo diferentes marcadores de identidad -como género, raza, nacionalidad, orientación sexual, etcétera- juegan (o no) un papel en el acceso a servicios esenciales. A su vez, estudia también los efectos de contextos particulares como la COVID-19 en el acceso a estos servicios, las razones por las que unos países garantizan más derechos que otros, etcétera.

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